lunes, 7 de octubre de 2013

LA HISTORIA DEL EMPRESARIO QUE POR UN ACCIDENTE DE TRABAJO ACABO CONDENADO

Esta historia es completamente ficticia, o no…..


Esta es historia de Felipe, nombre ficticio de un pequeño empresario de la construcción, que empezó de la nada y llegó a tener a 15 trabajadores en nómina.

Como todo el mundo sabe el sector de la construcción es muy duro y sus trabajadores eran hombres de “una pieza”, experimentados y correosos. 

Y por eso no necesitaban que nadie les dijera cómo debía hacer su trabajo, quien se había creído que era ese niñato de la obra que trabajaba para el contratista y que les decía que debían descansar.

-          Hasta que no se acaba el tajo, aquí no se para ni para beber agua!!

Pues así continuaron sus trabajadores, sin nadie que les ordenara que tenía que descansar, Felipe no se metía en estos temas de “faena” porque le gustaba que sus trabajadores actuaran con independencia en esas cosas. Además, aunque significara pagar muchas horas extras “en sobre”, el trabajo siempre estaba acabado a tiempo y eso le destacaba de sus competidores.



Pero como siempre llega el día en que todo falla: los trabajadores llevaban 14 horas trabajando, era un sábado y todos tenían prisa por acabar hasta el lunes, Felipe se había pasado por la obra esa mañana para repartir los “sobres” de la semana y les había prometido a su equipo una gratificación si acababan la obra antes de primeros de mes…

Todo eso salió a la luz en las declaraciones ante el juez, junto con los cursos de prevención de riesgos laborales que nunca se realizaron pero que todos tenían firmados, qué más daba ir o no ir al curso si ya contaban con experiencia…

El fiscal sólo pidió 3 años de prisión por las lesiones que sufrió el trabajador en la caída, y después de pagar una indemnización (menos mal que el seguro pagó los daños del trabajador era obligatorio, porque su gestor le recomendó dejar de pagarlo para recortar gastos) le quedó una condena de 2 años de prisión. Por suerte Felipe no tenía antecedentes y no tuvo que entrar en la cárcel, pero le costará unos años dejar de tener antecedentes.

Todavía hay noches en las que se pregunta

         ¿Qué hice yo para merecer esta condena?

Otras veces le dice a su familia

          Yo solo le doy trabajo a la gente, no soy ningún delincuente.

Y en el bar le dice a sus amigos

         Deberían meter en la cárcel a todos los políticos que roban y no a mí que no hago más que trabajar, así va este país.

Siempre que recuerdo esta historia me pregunto, ¿cuánto tiempo pasará antes de que se repita la misma situación?, en vez de Felipe, se llamará Carlos o Julián. Y en lugar de la construcción se dedicará a otra actividad pero siempre habrá personas que pensarán: Qué más da si nunca pasa nada.....