Los datos de creación de creación de empleo que nos proporciona cada mes el
Gobierno normalmente se refieren al número total de contratos firmados, en el
titular de prensa o televisión no se entra en el detalle de si los contratos
son a tiempo completo o a tiempo parcial.
Si analizamos con detenimiento las cifras vemos que en el año 2013 el 36 %
del número total de contratos firmados fueron parciales. Eso quiere decir más
de una tercera parte del total de los contratos firmados en el último año en
España.
Sin embargo la cifra más escalofriante es que durante ese mismo año 2013 se
destruyeron 669.000 empleos a jornada completa y se crearon solamente 137.000
empleos a tiempo parcial.
Las consecuencias son muy claras, no sólo la cifra total de españoles que
trabajan es cada vez menor, sino que al crecer el número de contratos
temporales los sueldos y las cotizaciones son cada vez más bajas.
Este dato no sería tan preocupante si no viviéramos en una situación de
fuerte endeudamiento de las familias, que en los últimos años adquirieron
compromisos con entidades bancarias a las que ahora no pueden hacer frente con
los contratos a tiempo parcial.
De ahí que no pueda establecerse en España un sistema de trabajo flexible
si los compromisos de las familias son totalmente inflexibles: hipotecas,
préstamos, alquileres y últimamente hasta la factura de la luz.
Si queremos imitar a otras economías como la Alemana o incluso la de EEUU debemos
observarlas en su totalidad y no limitarnos a copiar los aspectos que más
pueden interesar a nuestros gobernantes a corto plazo.
Mientras se legisle a golpe de titular tendremos contratos y salarios a
tiempo parcial con hipotecas a tiempo completo.
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