Cuando se compara la tasa de
desempleo del 5,8 % Alemania con la del 26 % España, normalmente se olvidan de
explicar que en el país germánico un porcentaje del 20,6 % de sus trabajadores están empleados en
los llamados Minijobs.
Estos Minijobs son trabajos de
jornada reducida (máximos de 15 horas de trabajo a la semana) y emplean a un 22%
de los trabajadores alemanes, en cifras eso supone unos 7 millones de personas
trabajando mediante Minijobs.
Las consecuencias a corto plazo
son muy positivas porque en el año 2012 Alemania alcanzó el record de personas
empleadas con una cifra máxima de 41,5 millones de personas trabajando, aunque
el volumen de la ocupación total se situaba a niveles del año 1991.
A largo plazo la consecuencia es
mucho más negativa: la media de salarios de esos Minijobs se sitúa en torno a
los 400 euros mensuales, por lo tanto olvidémonos de consumir con ese nivel de
renta más allá de mínimo vital.
Con el paso del tiempo podremos
analizar la repercusión de este nuevo modelo de trabajo, aunque en la Alemania
actual podemos ver que son realizados por los sectores de la población con más
dificultades para encontrar empleo como: mujeres (33%), los jóvenes entre 15 y
24 años (33%) y aquellos que carecen de titulación (37%).
Esperemos que estos Minijobs sean
simplemente una solución transitoria ante la crisis económica, de lo contrario
habremos creado una nueva clase social de “nuevos pobres” que podríamos llamar
Minipoors.
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